La Fórmula 1 atraviesa su tradicional receso veraniego en Europa, una pausa que se extenderá hasta el 31 de agosto , cuando el campeonato se reactive con el Gran Premio de Países Bajos. Pero este descanso no es solo una cuestión de agenda: la Federación Internacional del Automóvil (FIA) establece, desde hace más de una década, una serie de reglas estrictas que prohíben cualquier tipo de trabajo que pueda mejorar el rendimiento de los autos durante este período.
La normativa obliga a las escuderías a cerrar por completo sus operaciones durante al menos 15 días consecutivos. Esto implica que no se pueden realizar pruebas técnicas, ajustes en los monoplazas ni reuniones de desarrollo. Incluso las comunicaciones entre miembros del equipo están restringidas: no se permiten llamadas, c