En el interior de Castilla-La Mancha , donde el paisaje combina montañas suaves, riberas verdes y pueblos que parecen sacados de una postal, se esconde uno de los destinos más sorprendentes para disfrutar del verano: la «Playeta» Fluvial de Alcalá del Júcar.
Este rincón, abrazado por el cañón del río Júcar y coronado por un castillo medieval, es un lugar en el que el agua fresca, la historia y la aventura se dan la mano.
Alcalá del Júcar está reconocido como uno de los pueblos más bonitos de España , y no es difícil entender por qué. Su playa fluvial, ubicada junto al puente romano y rodeada de casas blancas excavadas en la roca, ofrece a los visitantes la posibilidad de refrescarse en un entorno de ensueño, disfrutar de deportes acuáticos, probar la gastronomía local y perderse po