En Latinoamérica, se requiere un mayor número de intervenciones específicas para las secuelas físicas y mentales que pueden tener en la edad adulta pacientes que sobreviven a un cáncer pediátrico. A pesar de que esta población parece mantenerse informada de la posibilidad de complicaciones en el largo plazo, solo un tercio se somete a controles médicos periódicos o cuenta con acceso a cuidados psicológicos.
El pedido a un mejor seguimiento surgió a partir de una investigación publicada en la revista Pediatric Blood & Cancer donde la Dra. Liliana Vásquez, oncóloga pediatra y oficial técnico de cáncer infantil de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), funge como integrante del equipo autoral.
"Los resultados muestran una carga importante de problemas de salud mental, falta de se