En un escenario de inflación persistente y tensión cambiaria, refaccionar una cocina o un baño se transformó en una operación de alto impacto económico . Según arquitectos y referentes del sector, los presupuestos para este tipo de intervenciones marcaron cifras récord en 2025, con picos que en algunos casos duplican los valores de hace un año . Aun así, la demanda se mantuvo firme, traccionada por quienes buscan revalorizar sus viviendas antes de vender o mejorar el uso diario del inmueble.

Renovar cocina y baño puede aportar hasta 20% extra al valor de la propiedad si, una vez concluidos los trabajos, el propietario decide poner en venta el inmueble.

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“Las cocinas y los baños son los espacios más caros por metro cuadrado, y también los más valorados”, explicó Max

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