OAXACA, Oax. 12 de agosto de 2025.- Le recuerdo libreta y pluma en mano en el zócalo, en los años 1970’s, cuando Oaxaca se sacudía como con fiebre alta a consecuencia de una de tantas crisis políticas. También fue una época de modernización de los talleres con que se diseñaban e imprimían los diarios. Era algo mayor de edad que yo, delgado, moreno, melenudo y prognato, pero mostraba nervio y olfato de sabueso reportero. Él mismo se apartaba de los “sangre–de–atole” que pululaban en el oficio periodístico, si bien era frecuente que publicara información que los demás dejábamos pasar por alto, empleando una técnica sorpresiva, mitad subjetiva mitad objetiva, hija de los ecos del “nuevo periodismo” que ya se había asomado en la prensa norteamericana al menos una década antes, y que en la Ciud
Réquiem por el reportero Ismael Sanmartín

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