GREGORIO LEÓN

Esto no va de brillar, sino de sobrevivir. No va de ejercicios físicos extremos y sí de economizar esfuerzos. El planeta se ha convertido en una tostadora. Y practicar deporte al aire libre a determinadas horas es comprar boletos para un vahído, un desvanecimiento, o algo peor. Lo saben los tenistas que están disputando el Masters 1.000 de Cincinnati . En la jornada de este martes, con una sensación térmica en la pista de cuarenta grados, Comesaña sufrió un golpe de calor. Rinderknech, lo mismo. Dicen los médicos que este calor tropical nos aplatana, restándonos facultades físicas y mentales, llevándonos a un punto de aturdimiento, de flojera. Será por eso por lo que no se están viendo exhibiciones sobre la nueva pista del torneo estadounidense. Tampoco lo fue el partido d

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