Si tenés un gato , es probable que alguna vez lo hayas encontrado rascando el sillón , una silla o incluso una puerta. Este comportamiento, lejos de ser un simple capricho o una forma de “arruinar” tus muebles, es una conducta natural y necesaria para los felinos.

Aunque muchos no lo sepan, esta actitud les permite liberar energía, marcar territorio y mantener sus músculos activos.

Los expertos explican que, además de mantener sus uñas en buen estado, rascar es una forma de comunicación. Cuando un gato pasa sus garras por una superficie, deja señales visuales y también químicas, gracias a las glándulas de olor que tienen en las patas. De esta manera, transmite un mensaje a otros animales: “ Este lugar es mío ”.

Este hábito también puede ser una vía para liberar estrés o ansie

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