Un reciente estudio del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes de la Universidad Austral reveló la presencia de plásticos en el mar interior de Chiloé, entre el Golfo de Ancud y el Golfo de Corcovado, zona reconocida como el principal lugar de alimentación de la ballena azul en el hemisferio sur.
El hallazgo se suma a investigaciones previas que evidencian microplásticos y un intenso tráfico marítimo en la misma área, ambos vinculados a la industria acuícola.
El representante de Defendamos Patagonia, Juan Carlos Viveros, advirtió que este es el tercer estudio que confirma amenazas a este frágil ecosistema, señalando que la zona registra cerca de 1.000 embarcaciones en operación y una constante liberación de residuos como cabos, boyas y plumavit,