Por Patricio Ibacache Toledo
En un contexto donde la política se encuentra cada vez más mediatizada, no es raro ver a alcaldes, concejales, ministros y seremis compartiendo su día a día en redes sociales. Pero lo que empezó como un ejercicio de cercanía, se ha transformado en una verdadera industria de autopromoción.
Hoy, las autoridades no solo tienen perfiles personales en redes sociales, sino que suelen estar acompañadas de equipos completos dedicados a construir una imagen : fotógrafos, community managers, diseñadores, editores de video… todo para alimentar una narrativa cuidadosamente curada en la que la autoridad es protagonista, en lugar de actuar como canal transparente de información institucional.
El problema no es la tecnología en sí, sino la lógica de personalización extre