El Gobierno celebra la baja demanda porque hasta ahora le regula los precios, pero los empresarios advierten -por primera vez en la historia- que el congelamiento de los salarios que impulsa Milei está matando el gasto de los hogares y, en consecuencia, el negocio y la actividad.
La situación del consumo masivo en la Argentina se transformó en un fenómeno que parece preocuparles a todos menos al gobierno de Javier Milei. Con cifras de desplome pocas veces vistas, medidas con estadísticas de todo tipo, sector y color, el asunto no es agenda para el oficialismo, que lo toma como un regulador artificial -junto con el dólar intervenido- de la inflación. Para el resto, consumidores y empresarios, parece ser una cuestión delicada y sin solución.
Estos últimos, además, entraron en un diagnóstic