El Departamento de Estado estadounidense envió esta tarde al Congreso su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo. El blanco elegido para cuestionar la violación de tales derechos no fue, como podría presuponerse, la ofensiva de Israel en Gaza o los asesinatos y torturas ejercidos sobre detenidos en cárceles de El Salvador. El target es esta vez el gobierno de Lula da Silva y el juez de la Corte Suprema brasileña Alexandre de Moraes , a quienes acusa de persecución política al expresidente Jair Bolsonaro y a sus partidarios. Menciona además como hecho preponderante que deterioró el debate democrático “al restringir la libertad de expresión en la internet mediante el bloqueo de millones de usuarios e informaciones”.

Esto marca una diferencia clara en l

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