Aunque muchos pelan el plátano y lo comen sin pensarlo dos veces, especialistas en seguridad alimentaria advierten que esta práctica podría ser riesgosa. Lavar la cáscara antes de pelarlo es una recomendación clave para evitar la exposición a bacterias como la salmonela y la E. coli.
Lavar los bananos antes de comerlos no es una exageración. Así lo han afirmado expertos en seguridad alimentaria quienes advierten que, aunque la cáscara actúa como barrera natural, también puede transportar bacterias, pesticidas y suciedad que terminan en la pulpa al momento de pelarla.
“Es una práctica recomendada para la manipulación segura de los alimentos, con el fin de minimizar la transferencia de suciedad o microbios que puedan estar presentes en la cáscara”, explicó Tamika Sims, directora sénior de