El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvo ayer una conversación telefónica de una hora con su homólogo chino, Xi Jinping, en un momento de creciente fricción con EE.UU. y en plena ofensiva diplomática para afianzar la "unidad del Sur Global".

La llamada, solicitada por Lula, se produjo tras sus recientes contactos con el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro indio, Narendra Modi, en un intento de fortalecer el frente de los BRICS frente a las presiones comerciales de Washington.

Según informó oficialmente el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Xi describió la relación bilateral como "la mejor de la historia" y ofreció trabajar con Brasil para "aprovechar oportunidades, fortalecer la coordinación y obtener resultados de cooperación mutuamente benef

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