Espoleado por el viento, el fuego corrió como un caballo. Las llamas cercaron el Moncayo una tarde como la de este miércoles, 13 de agosto, hace ya tres años. El último gran incendio forestal acontecido en tierras aragonesas arrasó en menos de seis horas un perímetro de 50 kilómetros. El humo y la proximidad de las lenguas ígneas obligaron al desalojo de 1.500 vecinos. En Alcalá celebraban una comida popular para poner fin a los festejos de agosto. En Trasmoz reinaba la algarabía con la charanga por las calles en el sábado de fiestas. Todos fueron evacuados junto a los vecinos de Añón, Ambel, Bulbuente, Trasmoz, Talamantes, El Buste, la urbanización Cumbres del Moncayo, y la pedanía del Santuario de la Misericordia. Casi mil cien días después, nadie olvida la tragedia. Todo lo contra

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