Los incendios forestales asedian a España. En julio, un fuego de sexta generación -un pirocúmulo de 14 kilómetros de altura- arrasó con todo a su paso en Lleida. Dos trabajadores rurales fallecieron al quedar atrapados. En estos días, las llamas se expandieron por Zamora, León, Cádiz y la Comunidad de Madrid -entre otros territorios-, dejando otro saldo trágico -un muerto en la localidad madrileña de Tres Cantos-, escenas de pánico y cientos de evacuados.

Los 19 focos activos en la Península no son la excepción. Francia sufre la peor temporada de incendios forestales en 75 años. Portugal ha declarado el estado de alerta por la magnitud de las llamas. Las mismas postales se repiten en Grecia, Turquía y Albania. También en Estados Unidos y Canadá, que padece una nueva ola de fuego extremo,

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