La tercera generación del Smart Electric Drive , producida entre 2012 y 2015 , atraviesa una situación crítica que amenaza con dejar fuera de circulación a cientos de unidades. Este modelo, derivado del Smart 451 y equipado con un sistema de propulsión 100 % eléctrico, fue uno de los pioneros en movilidad urbana sin emisiones. Sin embargo, el paso del tiempo y la obsolescencia tecnológica han convergido en un problema estructural: la imposibilidad de sustituir su batería principal por falta de repuestos oficiales.
En su momento, este Smart eléctrico consiguió una notable implantación en ciudades europeas, especialmente en Alemania, donde aún circulan más de 3.000 unidades. El sistema de propulsión empleaba un paquete de baterías desarrollado por Li-Tec, fruto de una colaboración ind