Por JOSHUA GOODMAN

MIAMI (AP) — Durante décadas, su poderoso faro iluminó la Bahía de Biscayne en Miami, y en el apogeo de la Guerra Fría, lo que se conocía como la Torre de la Libertad se erigió como un símbolo de esperanza para cientos de miles de cubanos que huían del régimen comunista.

El rascacielos de 14 pisos de estilo renacentista español fue el lugar donde, desde 1962 hasta 1974, el Departamento de Estado de Estados Unidos recibió a los refugiados cubanos con servicios médicos, clases de inglés y paquetes que contenían artículos de primera necesidad y algo completamente exótico para los recién llegados: mantequilla de maní.

Tras décadas de abandono, el que en su día fue el edificio más alto de Miami está recibiendo un merecido lavado de cara. El próximo mes, reabrirá como un mu

See Full Page