El de los incendios en verano es un problema más que serio, poliédrico y de dimensión global, aunque en el caso del sur de Europa en particular adquiere este año una dimensión más grave. La sucesión de fuegos y su coincidencia no está necesariamente vinculada en su origen a la ola de calor, aunque es evidente que las condiciones meteorológicas facilitan su extensión. Hay varios debates asociados al fenómeno y no es el menor de ellos el de la disponibilidad de recursos para combatirlo. Todos los servicios públicos establecidos en los niveles de responsabilidad estatal, autonómica o territorial se quedan cortos cuando la virulencia de los incendios alcanza cotas como las registradas en las últimas semanas, con focos simultáneos en diversas autonomías. Desde Cádiz a Nafarroa, pasando por Madr
Veranos en llamas

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