La combinación de las olas de calor prolongadas y la vegetación abandonada es un paraíso para los pirómanos en España y ellos lo saben. La mano del hombre está detrás de nueve de cada diez incendios forestales registrados en el año 2024 en España y dos de cada diez fueron provocados por incendiarios.

Las cifras de 2025 son aún más preocupantes, especialmente si se cuenta el número de incendios y los focos que los provocaron, un último detalle especialmente grave. Mientras que la media en esta época del año era de cerca de 140 fuegos registrados, este verano de 2025 ya se han superado los 190 focos. Los expertos creen que algo más de la mitad podrían haber sido provocados.

«Tenemos un 95% de incendios que vienen directamente de causas humanas y parte de ese porcentaje, un 55%, son provocados», explican los técnicos de WWF España. Esto no significa que todos son obra de pirómanos. Se estima que los incendiarios que disfrutan quemando España son los responsables de un 20% de los incendios forestales.

Condenas a pirómanos

Del análisis de los datos se extrae una evidencia: hay que mejorar en la prevención de los incendios con la limpieza del monte y hay que aumentar la vigilancia en los bosques.

La ley tampoco ayuda a no ser que el pirómano ponga en peligro la vida o integridad física de las personas.

Detenidos 25 pirómanos este verano

Este verano de 2025 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detenido a 25 pirómanos y podría parecer que sobre ellos caerá todo el peso de la Ley.

Sin embargo, en los casos en los que el incendio no se propague, el pirómano solo será castigado con una pena de prisión de seis meses a un año y la multa se verá reducida de seis a 12 meses.

Pirómanos que se libran con una multa

La realidad explica que muchos de estos pirómanos detenidos por provocar incendios, se libran con una simple multa. En caso de que el incendio se propague causando importantes daños, la pena para el pirómano es entre uno y cinco años de cárcel, y multa de doce a dieciocho meses.

La norma exige además que si el fuego ha alcanzado «especial gravedad», el castigo asciende a entre tres a seis años de cárcel , y multa de dieciocho a veinticuatro meses.

La cosa cambia si los pirómanos provocan incendios que pongan en peligro la vida o la integridad física de las personas. En ese caso, el autor de ese tipo de incendios está castigado en España con penas de entre 10 a 20 años de cárcel, más el pago de una multa de doce a veinticuatro meses, según recoge el Código Penal.

Además de las penas para los incendiarios, la ley contempla que en España la calificación del suelo en las zonas afectadas por un incendio forestal no pueda modificarse en un plazo de hasta treinta años . La intención del legislador era prohibir la construcción en las zonas incendiadas para favorecer los intereses inmobiliarios de empresarios y políticos sin escrúpulos .