El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha demostrado que el '18FDG-PET', una técnica de imagen utilizada habitualmente para patologías como el cáncer, también permite monitorizar la actividad de la aterosclerosis, por lo que podría mejorar su seguimiento y abrir la puerta a nuevos tratamientos.
La aterosclerosis es una enfermedad silenciosa que progresa durante años sin causar síntomas y es la principal responsable de infartos e ictus. Se caracteriza por la acumulación de lípidos, células y otras sustancias en las paredes de las arterias, que pueden obstruir el flujo sanguíneo o romperse repentinamente y provocar eventos cardiovasculares graves.
Aunque existen tratamientos eficaces para frenar su avance, sigue siendo difícil evaluar con precisión si una intervenció