La FIFA dio un golpe a las sociedades anónimas deportivas (SAD) con un paso clave en su lucha por regular el mercado de fichajes . A partir de ahora, quedarán prohibidas las transferencias de futbolistas entre clubes que pertenezcan a un mismo grupo empresarial .
La nueva normativa apunta directamente a una práctica cada vez más común en el fútbol moderno: el movimiento fluido de jugadores entre equipos controlados por un mismo holding, lo que en muchos casos generaba ventajas deportivas y económicas difíciles de igualar para otras instituciones.
Según detalló el máximo organismo del fútbol mundial, la medida busca cumplir tres objetivos principales: evitar el acaparamiento masivo de jugadores, fomentar la firma de contratos más largos y dar mayor estabilidad a la carrera de los