«Pasaban unos 15 minutos de la las dos tarde del martes cuando vi una pequeña columna de humo a lo lejos. Apenas unos minutos después llegó mi marido, abrí la ventana y las llamas ya rodeaban la casa. No me lo pensé , cogí a mis niños, una mochila con varios documentos y lo dejamos todo atrás» explica Beatriz, vecina de O Cumial, en Ourense.
Los relatos de sus convecinos de las viviendas próximas de Seixalbo y otros núcleos ya limítrofes con San Cibrao de Viñas, coinciden: «Fueron momentos terribles, pensamos que lo perdíamos todo» explica también Manuel Míguez, casi 24 horas después de que un virulento incendio , avivado por fuertes rachas de viento, se acercara peligrosamente a las casas de varios núcleos, creando momentos de tensión entre los vecinos, algunos de los cuales tuvieron que