Carmen no puede atender al teléfono. Tampoco su hijo Mario, ni Izan, ni Samuel. “Estamos intentando apagar otro fuego porque se ha vuelto a prender en el monte lo que ayer estaba controlado”, relata esta leonesa a través de una apresurada nota de voz. Llega ese acelerado relato, cuando la cobertura lo permite, desde su diminuto pueblo, Herreros de Jamuz (apenas 68 habitantes en invierno, casi 200 estos veraniegos días). Otra voz preocupada pregunta por el grupo de WhatsApp: “¿Alguien sabe dónde están los guajes?”. En muchos pueblos como este de la provincia de León, donde los 14 incendios forestales en activo han calcinado miles de hectáreas y desplazado a millares de personas, son estos guajes, adolescentes atrevidos y valientes, muchachos y muchachas de la localidad, quienes están trat

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