Joaquín Sánchez visitó El Hormiguero junto a su mujer, Susana Saborido, y sus hijas Salma y Daniela, con quienes compartió divertidas anécdotas familiares. Durante la entrevista, hablaron de su experiencia viajando juntos por América.
Uno de los momentos más cómicos llegó cuando Susana recordó una noche en la que se quedó dormida comiendo bombones. Al despertarse, pensó que Joaquín se había manchado... pero no era lo que parecía.