En estos días se ha estado produciendo en España una vergonzosa polémica sobre cómo repartir por la península los 1.000 menores no acompañados que estaban en Canarias, el 90% de los cuales son procedentes de Mali. Parece que no sabemos qué hacer con mil menores, en una España que recibe casi 100 millones de turistas al año y nos dejan 113.000 millones de euros en sus visitas. Con una simple y muy pequeña tasa al turismo, podríamos recoger y aumentar el presupuesto dedicado a estos menores, que, en el caso de Mali, han huido de los conflictos armados, las violaciones de derechos humanos, la violencia sexual o por su orientación sexual. Desde el golpe militar de marzo de 2012, el país no ha recuperado una democracia plena debido a la inestabilidad, los conflictos armados y los gobiernos mili
Por qué hay que acoger y proteger a los menores que vienen de Mali, por Vicenç Fisas
87