El gasto de bolsillo que las familias deben asumir para acceder a servicios médicos en Colombia sigue creciendo y, con él, el riesgo financiero que enfrentan los hogares. De acuerdo con cifras recientes de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), en 2024 los colombianos desembolsaron $14,5 billones por este concepto, un aumento del 1,4% frente al año anterior.
Este indicador, que incluye pagos directos como copagos, cuotas moderadoras, compra de medicamentos, procedimientos no cubiertos por las EPS o servicios negados, alcanzó el 16,8% del gasto corriente de los hogares. Esto significa que el país está a apenas 3,2 puntos porcentuales de la alerta que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 20% o más se considera un umbral de alto riesgo financiero para las