El espejo de agua más grande de El Salvador se convirtió en un tapiz verde. Más de mil 270 toneladas de lechuga acuática (Pistia stratiotes) cubren amplias zonas del lago Suchitlán, sofocando la pesca artesanal, ahuyentando al turismo y poniendo en jaque a uno de los humedales más importantes de Centroamérica.

El embalse, de 13 mil 500 hectáreas y nutrido por el río Lempa, construido en 1976 para abastecer a la central hidroeléctrica Cerrón Grande. En 2005 fue declarado humedal de importancia internacional por la Convención Ramsar, hogar de aves migratorias y rica biodiversidad. Hoy, sin embargo, la postal idílica está oculta bajo un manto que crece alimentado por un fertilizante invisible, la contaminación.

También te puede interesar: EU confisca más de 700 mdd en bienes de lujo a Nicol

See Full Page