La explanada de la alcaldía Venustiano Carranza amaneció con aroma a pan recién horneado, guisos chisporroteando y música que marcaba el inicio de una de las fiestas gastronómicas más queridas de la capital: la Feria de la Torta, que este año celebra dos décadas de historia.

Desde temprano, la avenida Francisco del Paso y Troncoso 219, en el centro de Jardín Balbuena, comenzó a llenarse de visitantes, comerciantes, curiosos y vecinos dispuestos a disfrutar de cinco días de sabor y entretenimiento. Algunos atraídos por la promesa de probar un pedazo de la torta más grande del mundo, otros con la intención de descubrir nuevas propuestas.

Frente al edificio de la alcaldía, los puestos se llenaban de guisos exóticos y combinaciones gourmet, mientras un escenario se preparaba para recibir a m

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