Las continuas exigencias de Trump sobre seguridad auguran nuevas etapas con el telón de fondo de los aranceles comerciales
En la política de una semana abrazos y otra balazos que sigue el presidente Donald Trump con México, la entrega de capos que cumplen condena se ha convertido en una válvula de escape. El envío a Estados Unidos de otra remesa de 26 delincuentes encarcelados en México se sucede solo una semana después de que se conociera una supuesta orden ejecutiva en aquel país que permitiría a sus Fuerzas Armadas combatir en Latinoamérica a los carteles de la droga. Las políticas de seguridad parecen bailar cada día al son que toca el vecino del norte, lo mismo las incautaciones de fentanilo que las detenciones de narcotraficantes o la entrega de reclusos. Con una crucial negociaci