El presidente Petro quiere mostrarse como el defensor del bolsillo de la gente, frente a un banco central distante y frío. Lo que estamos viendo no es solo una disputa sobre las tasas de interés, sino sobre el relato
El país se ha acostumbrado a las diatribas del Gobierno contra el Banco de la República, en las que lo acusa de intervenir en política con fines electorales para que fracase su proyecto económico. Es una teoría absurda y contraevidente. La independencia del banco no está creada para beneficiar ni contradecir a los gobiernos, sino para luchar contra la inflación y regular la moneda, los cambios internacionales y el crédito, así como administrar las reservas internacionales. Todo ello indica que al banco no le conviene estar de malas pulgas con la administración. Para el banco