En la frontera México–Estados Unidos, el cielo se convirtió en un espacio en disputa. Lo que hace dos décadas estaba casi exclusivamente bajo control de la Patrulla Fronteriza, hoy involucra también a policías locales, guardias estatales y cuerpos de bomberos, que utilizan drones equipados con inteligencia artificial (IA) para vigilar el desierto, en medio del llamado de Donald Trump a declarar emergencia fronteriza por el ingreso de migrantes ilegales y el tráfico de drogas.

Estados a la vanguardia

Arizona, Texas y Nuevo México lideran esta transformación. En el condado de Cochise, Arizona, que comparte 135 kilómetros con México, el alguacil puso en marcha un programa piloto con drones de la firma canadiense Draganfly. Estas aeronaves, dotadas de cámaras térmicas y sistemas de IA, puede

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