A cuatro horas del municipio de Cumbal, en el corazón del Resguardo Indígena de San Juan de Mayasquer, las paredes de la Institución Educativa Técnico Comercial dejaron atrás el gris del tiempo para pintarse de color. No fue solo pintura lo que llegó hasta allí, sino un abrazo colectivo de arte, compromiso y esperanza.
Con brochas, aerosoles y la voluntad de decenas de manos, el programa Pintando Sueños de Vida, liderado por la Gestora Social del Departamento de Nariño, ingeniera Ingrid Cortes, alcanzó un hito histórico: transformar la escuelita número 100. Una meta que no se mide en cifras, sino en sonrisas, identidad y trabajo comunitario.
La iniciativa, creada para llevar arte y oportunidades a las escuelas más remotas del departamento, ha recorrido trochas, cruzado montañas y vencido