El gobierno mexicano justificó este miércoles la entrega de 26 presuntos narcotraficantes a Estados Unidos como una medida de seguridad nacional, al señalar que esas personas seguían delinquiendo desde prisión y buscaban su libertad mediante argucias.
Los señalados capos fueron enviados el martes a varias cárceles estadounidenses y entre ellos figuran miembros de los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa, dos de las organizaciones del narcotráfico más poderosas del país.
El traslado se produjo en medio de las presiones del mandatario estadounidense, Donald Trump, para que México detenga el contrabando de drogas a su territorio, en particular del letal fentanilo, so pena de imponer elevados aranceles.
«Esta acción se realizó como medida para impedir que, desde prisión, conti