Jacob Sweidan ha visto a sus pacientes superar las redadas federales de inmigración de la década de 1990, el pedido de un gobernador para abolir la ciudadanía por nacimiento y las muy publicitadas medidas represivas en el lugar de trabajo y las políticas de separación familiar del primer mandato del presidente Donald Trump.
Pero en sus 40 años como pediatra en el sur de California, atendiendo a personas demasiado pobres para costear la atención médica, incluyendo a muchas familias inmigrantes, Sweidan dijo que nunca había visto semejante baja en las visitas de pacientes como ahora.
“Tienen miedo de venir a las consultas. Cada vez están más enfermos”, dijo Sweidan, quien se especializa en neonatología y dirige cinco clínicas en los condados de Los Ángeles y Orange. “Y cuando están al bord