La reforma electoral debe construirse desde el consenso y la pluralidad, garantizando libertades ciudadanas, instituciones sólidas y un verdadero equilibrio de poder.

El pasado 8 de agosto se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto que crea la Comisión Presidencial para la Reforma Electoral. Si bien la iniciativa se presenta como un esfuerzo por adecuar las normas electorales a la "situación política actual del país" y fortalecer el "respeto irrestricto del voto libre y de la voluntad popular", su conformación y el sentido de algunas de las propuestas despiertan legítimas preocupaciones sobre el rumbo de nuestra democracia.

Una de las preocupaciones más apremiantes de esta propuesta, y de reformas electorales previas, desde la del 2007, es que parecen estar orientadas a

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