La arranca con un ambiente que no se recordaba en años. La expectación se palpa en cada rincón, las figuras del toreo se preparan para pisar el albero de La Malagueta y la afición responde masivamente (se preven varios llenos de "No hay billetes" y un notable aumento en la asistencia al ciclo) con la ilusión de vivir una de las mejores ediciones de la última década. Sin embargo, tras ese ambiente festivo se esconde un hecho que ha indignado a buena parte del mundo taurino: la Diputación ha decidido prescindir de y de su empresa Lances de Futuro para la gestión de la plaza , pese al evidente éxito de su trabajo.

La decisión sorprende aún más porque ha sido el artífice del resurgir taurino de Málaga. En un contexto complicado para la tauromaquia, con costes crecientes, inflación y un se

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