La diferencia entre la forma en que los huevos se almacenan en supermercados y en hogares obedece a criterios científicos de seguridad alimentaria. Aunque en los comercios suelen permanecer a temperatura ambiente —aproximadamente 18 °C— para evitar cambios bruscos, en casa se recomienda su refrigeración inmediata debido a las fluctuaciones térmicas que se producen en las cocinas domésticas y que pueden comprometer su protección natural.

Según explica la nutricionista y divulgadora científica María de los Ángeles García García, conocida como Boticaria García , la cáscara del huevo contiene entre 7.000 y 17.000 poros que permiten el paso de gases, pero también podrían ser puerta de entrada para bacterias como la Salmonella . La naturaleza los protege con una capa llamada cutícula, un “b

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