El Monasterio de Pedralbes, fundado en 1326 por la reina Elisenda de Moncada, es uno de los ejemplos más representativos del gótico catalán. Durante casi siete siglos, albergó a la orden de las Clarisas, un conjunto religioso que combinó su vida espiritual con una intensa actividad económica. El edificio, ubicado en el noroeste de Barcelona, ha sido testigo de importantes episodios históricos y sociales de la región.
Recientemente, una campaña arqueológica en la zona conocida como la Baixada del Monestir ha abierto una ventana al pasado desconocido del lugar. Estos trabajos han desvelado elementos que apuntan a una faceta muy distinta del monasterio, vinculada no solo a la vida religiosa, sino también a su papel durante periodos convulsos como las Guerras Carlistas y a su activida