Con la llegada del verano, las piscinas municipales abren de nuevo y se convierten en el centro neurálgico del ocio en muchos pueblos de la provinica. Sin embargo, no todo el mundo quiere hacerse cargo de los bares de estos complejos a pesar de ser un negocio rentable. De ahí que sean los jóvenes los que se lancen a emprender para ganar un dinerillo gestionando estos chiringuitos de uso estacional.

Esta oportunidad laboral gana cada vez más fuerza entre los jóvenes emprendedores conquenses que ven en estos locales una oportunidad para conseguir dinero con el que mantenerse el resto del año, financiar sus estudios o reinventir las ganancias en otros proyectos.

En Jábaga, Jaime Serrano Bodoque, de 23 años, repite por segundo año consecutivo como responsable del bar de la piscina. “El año p

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