Hace casi cuatro décadas, cuando el auge de las computadoras personales estaba en pleno apogeo, surgió un fenómeno conocido como la “paradoja de la productividad”.
Se refería a cómo, a pesar de las enormes inversiones de las empresas en nuevas tecnologías , había poca evidencia de una ganancia correspondiente en la eficiencia de los trabajadores.
Hoy aparece la misma paradoja, pero con la inteligencia artificial generativa . Según una investigación reciente de McKinsey & Company , casi ocho de cada 10 empresas informaron que utilizan IA generativa , pero el mismo número declaró que “no tuvieron un impacto significativo en los resultados”.
La tecnología de IA avanzó a toda velocidad con chatbots como ChatGPT , impulsada por una pujante competencia entre gigantes tecnológico