Los centrodelanteros están para eso. Para resolver un partido cuando la mano está complicada. Carlos González rescató a Newell’s de un desarrollo complejo. La Lepra, después de una gran primera hora, era dominada por Atlético Tucumán en los primeros 15’ de la segunda etapa.

Hasta que el centrodelantero, de quien tanto se esperan sus goles en el Parque, sacó un derechazo que pegó en el palo, entró al arco y desniveló el marcador. Un tanto determinante , el de la victoria rojinegra y la clasificación a los cuartos de final de la Copa Argentina.

González estuvo siempre muy participativo. Sostuvo la pelota. Aguantó la marca. Se la bajó seguido a sus compañeros. Fue importante todo el tiempo que estuvo en la cancha. Y un factor determinante, especialmente en esa primera media hora, en

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