Abel Ramos y Jaime Aparicio. Dos amigos, dos vecinos de La Bañeza nacidos en el municipio de Quintana y Congosto, dos voluntarios que no duraron en coger herramientas y acudir al frente del incendio de la Valdería que asola el sur de León para defender su tierra, a su gente, y que se dejaron la vida en el intento. Sus nombres ya los conoce toda España, pues con ellos dos ya son tres las víctimas mortales que deja la oleada de incendios que sacude el país. La iglesia parroquial de Santa María de La Bañeza acogió ayer a mediodía la misa de funeral por Abel Ramos, el hombre de 35 años fallecido el martes por la tarde en Nogarejas, cuando una lengua de fuego le sorprendió mientras trataba de atajar las llamas y trabajando por su cuenta, según mantiene el presidente de la Junta de Castilla y Le
Luto en La Bañeza por la muerte de Abel y Jaime, dos amigos que se dejaron la vida en el incendio

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