Los guijuelenses llenaron este jueves por la tarde la plaza de la villa para participar en el tradicional chupinazo que da inicio a las fiestas patronales.

Disfrazados, en buena medida, medio desnudos, otro tanto y ataviados con prendas a las que se le tiene poco apego, disfrutaron de la música, el lanzamiento de harina, agua y sangría, no sin antes regar sus organismos convenientemente.

El DJ animó la tarde y el alcalde, Roberto Martín, lanzó tres cohetes al cielo de Guijuelo para desatar la euforia entre loas asistentes.

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