Paolo Guerrero, el emblemático delantero de Alianza Lima, ha compartido detalles preocupantes sobre su estado físico tras la reciente victoria del equipo sobre la Universidad Católica de Ecuador en la Copa Sudamericana. Mientras sus compañeros celebraban el triunfo, Guerrero enfrentaba un intenso dolor que le dificultaba caminar. A su salida del Estadio Alejandro Villanueva, se le vio cojeando, lo que generó inquietud entre los aficionados.
En una conversación con los medios, Guerrero explicó que había estado lidiando con una distensión previa y que, al apresurar su recuperación para volver al campo, su situación se complicó. "Aceleré el proceso de recuperación. Venía con una distensión, seguramente ahora es un desgarro", declaró el jugador de 41 años.
La lesión le impedirá participar en el próximo partido contra ADT en la Liga 1, así como en el crucial encuentro de vuelta contra la Universidad Católica, programado para el 20 de agosto. Guerrero anticipó que su recuperación podría tomar entre tres y cuatro semanas, lo que representa un duro golpe para el equipo y sus seguidores. "Un desgarro es más tiempo. Con la distensión el doctor me dio de 10 a 14 días y ayer era el décimo. Era el riesgo que corría", añadió.
Con Guerrero fuera de acción, Hernán Barcos, quien brilló en el partido anterior, se perfila como titular en los próximos encuentros. Alianza Lima, que ha tenido un buen desempeño en la Copa Sudamericana, se prepara para enfrentar a ADT este sábado 16 de agosto, y luego se medirá nuevamente contra la Universidad Católica en busca de avanzar a los cuartos de final. La situación de Guerrero ha generado preocupación, ya que su ausencia se suma a otros problemas físicos que ha enfrentado en la temporada.