Cuando dieron las 20.20 horas de la tarde, sonaron clarines para el tercio de banderillas del tercero bis. Cinco minutos después, sobrevolaba la plaza un avión anfibio camino de recoger agua. Otros cinco minutos después entraba en la enfermería un empleado de la plaza por una brecha en la frente tras haberse caído en los corrales.

La novillada con picadores que abrió feria se hizo larga aunque los astados de Antonio Rubio Macandro , justos de presencia, ofrecieron buen juego en líneas generales, fueron peores cuarto y sexto. Muchas de las lidias estuvieron accidentadas desde la portagayola en el primero de la tarde, afortunadamente sin mayores incidencias.

Para cuando salió el cuarto ya se había cortado dos orejas , en un claro empate entre Julio Méndez y López Ortega, que fue el

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