El fuerte olor que alguna vez fue el lenguaje del Riachuelo ya no está. En la zona de Vuelta de Rocha , punto histórico ubicado a pocos metros de Caminito y de la postal colorida que define al barrio porteño de La Boca, el aire ya no es espeso ni obliga a apartar la cara. Lo que antes era un borde cargado de residuos, barro tóxico y abandono, empieza a ser otra cosa. De a poco, se transforma en un espacio público y verde.

Durante la tarde de este jueves, en un recorrido de casi dos horas, Infobae navegó las aguas del Riachuelo para ver de cerca lo que desde hace años se trabaja de forma sostenida: la recuperación de uno de los ríos más contaminados de América Latina. La escena tuvo como protagonista el catamarán de limpieza de última generación, que ya forma parte de la flota oficia

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