Una mujer de 29 años, que trabaja en un instituto médico de la ciudad de Santa Rosa, se presentó ayer ante la Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia de la URI de la Policía para denunciar que es víctima de maltrato laboral en su lugar de trabajo, con el acompañamiento del gremio ATSA, y pidió una medida de “cese de actos de perturbación”.
La mujer relató que hace siete meses desempeña tareas de mucama en quirófano en el centro de salud privado y que al tercer día de trabajar allí fue objeto de los gritos de una mujer que ejerce de jefa de sector. Aquel día, el maltrato llegó luego de que la superior de la denunciante detectara que una bolsa no estaba debidamente rotulada, tarea que la mucama dijo desconocer por ser sus primeros días en el trabajo y no haber recibido instrucción