No es fácil decir adiós a jugadores como Alberto Moleiro. El tinerfeño era un futbolista diferente, uno de esos que cuando menos lo esperabas se sacaba un truco de la chistera para revolucionar un partido. Su traspaso al Villarreal dejó en las arcas de la Unión Deportiva Las Palmas más de 15 millones de euros. Parte de esa cifra se invirtió en traer a quien está llamado a ser su sustituto y devolver la ilusión al aficionado amarillo: Jeremía Recoba.
La llegada a la Isla del joven uruguayo generó esa chispa de emoción necesaria para afrontar el regreso a Segunda División. Su apellido ya hacía presagiar que es un futbolista que está destinado a brindar grandes momentos de euforia a esta Unión Deportiva. Hijo del mítico 'chino' Recoba, leyenda del Inter de Milán, Jeremía, sin 's' al final po