En la plaza Mayor de localidad leonesa de La Bañeza no cabía un alma más. Unos 2.000 vecinos de la comarca se han reunido este jueves para despedir a Abel Ramos, el joven de 35 años que el martes perdió la vida atrapado por las llamas del incendio de Molezuelas que, tras haberse extendido a León desde Zamora, arrasa ya más de 11.000 hectáreas en la provincia. Pero el funeral también se ha convertido en un emotivo recuerdo para su primo, Jaime Aparicio, de 37 años, que ha fallecido esta noche en el Hospital Río Hortega de Valladolid tras dos días de lucha contra las graves quemaduras sufridas mientras intentaba extinguir las llamas junto a Abel.

Ambos combatían el fuego como voluntarios en la localidad de Nogarejas cuando, según el relato de los equipos de extinción, dos lenguas de fuego l

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