Quito, 14 ago (EFE).- El pulso iniciado en Ecuador por el presidente Daniel Noboa contra la Corte Constitucional (CC) abre un periodo de inciertas consecuencias, ya que el tribunal debe dirimir la legalidad de las últimas leyes promovidas por el mandatario por la vía urgente para combatir el crimen organizado, pero que acumulan demandas por posibles vulneraciones de derechos fundamentales.

Noboa lideró el martes una nutrida marcha hacia la Corte Constitucional en rechazo a la suspensión parcial y de forma cautelar de tres leyes que considera indispensables para avanzar en su lucha contra la inseguridad.

Pero para el analista político Santiago Basabe, las decisiones provisionales recientemente tomadas por la Corte, no tienen efectos sobre los niveles de inseguridad vistos en el país, que

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